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Argentina
Guardavidas del Mar y Psicólogo de la sociedad.

jueves, 26 de agosto de 2010

La naturaleza de un proyecto de país

Hay un viejo cuento popular que relata la historia de un alacrán y un sapo, en él el alacrán, victima de su propia naturaleza, traiciona y pica al sapo que lo llevaba a través de un charco y muere ahogado.


A partir de la asunción de Cristina Kirchner como presidente de la nación, el ex presidente Néstor Kirchner se abocó al armado y estructuración del PJ. Esto implicaba acordar y encarrilar dentro del movimiento kirchnerista fundamentalmente a los intendentes del conurbano bonaerense, quienes ya desde hacia tiempo se evidenciaban como lo mas rancio y antipopular del peronismo moderno.

Este vuelco hacia el PJ alejó en ese momento al kirchnerismo de la simpatía de muchos sectores progresistas que veían en el proyecto K la posibilidad de, después de muchísimos años, confrontar realmente con el poder real que desde hace décadas mueve los hilos en la Argentina. En contrapartida, la alianza con los barones de la provincia prometía proveer el aparato necesario para enfrentar, en las urnas y en la calle, a los poderosos intereses que se pensaba amenazar.

Pero como en la fabula del sapo y el alacrán, a la hora de la verdad el viejo aparato clientelista y mafioso no pudo con su naturaleza y traicionó al proyecto Kirchnerista, intentando asegurar sus intereses y sus negociados acordaron con el poder económico. Primero se perdió en el senado la batalla por las retenciones móviles y después muchos intendentes (incluido el entonces jefe de gabinete) trabajaron en las sombras para la victoria del empresario colombiano De Narváez en las elecciones legislativas en las que había decidido poner el cuerpo nada menos que el propio Kirchner.

Para quienes apostamos a este proyecto político, ese momento presentaba un escenario fatal: El gobierno había sido derrotado en dos enfrentamientos hiper trascendentales con el poder económico. Había quedado en minoría en el congreso y la oposición amenazaba con juntarse y quedarse absolutamente con todo, incluido el gobierno. Además de la fuga de dirigentes que empezaban a buscar otro espacio mas promisorio para seguir sus carreras.

Pero entonces sucedió lo que muchos no esperábamos, este gobierno volvió a mostrar su verdadera naturaleza. La hermosa naturaleza de enfrentar cara a cara a quien ostenta el poder real y pelearlo a todo o nada. Cantando siempre falta envido. Mientras en los espacios conservadores ya entronizaban a Cobos como nuevo líder-lacayo, aparecieron, uno atrás de otro los golpes letales que recibió el poder concentrado: estatización de Aerolíneas, traspaso al estado de los fondos de las AFJP, ley de medios, reforma política, la exposición de los crímenes cometidos por los jerarcas de Clarín, los festejos por el bicentenario y hoy la transmisión en cadena nacional del informe sobre lo ocurrido con Papel Prensa. Del mismo modo los empleados del poder económico que militan en la oposición también mostraron su naturaleza perversa impulsando acciones que solo pueden calificarse como traición a la patria.

Así como la fabula popular tiene una moraleja, esta historia también la tiene. Pero con la diferencia de que en este caso sólo el alacrán se ahoga. La traición de los elementos más tradicionales del PJ, que en su momento se nos apareció como la ruina de este proyecto, en realidad hoy podemos leerla como lo más positivo de este proceso. A partir de ese momento este gobierno se vio obligado a hacer lo que hasta entonces muchos le reclamábamos: Confrontar, con todas las letras contra el poder real, discutir el poder real. Enfrentar a quienes eran (o se creían) dueños del país, la sociedad rural, los monopolios. Debió retomar contacto con los elementos progresistas que le dieron su alma social. En definitiva, esa situación de todo o nada nos dejó en el maravilloso momento histórico de poder discutir y dirimir en términos reales el rol del estado, nada menos. Y discutir eso implica afortunadamente que la discusión política vuelva a instalarse en nuestras vidas. Que la ideología ya no sea una antigüedad. La confrontación que se está dando hoy es de una trascendencia tal que hablar de ella implica analizar discursos, desentrañar intereses, pensar en la historia. Todo eso estaba adormecido. Anestesiado con las noticias sobre asaltos y las campañas publicitarias multimillonarias, Hoy la discusión y la confrontación están instaladas. Y afortunadamente y después de muchísimos años, la participación también.

Agustín Pasquale
Lic. En Psicología – U.B.A.
 25 de agosto de 2010 (derf) 

miércoles, 25 de agosto de 2010

Realidad virtual

La nueva ley de medios audiovisuales y su rechazo por parte de los monopolios de comunicación han avivado en nuestro país algunos ámbitos de discusión que hasta este momento no tenían tanta masividad.

Es muy saludable que en una sociedad se discuta y se analice acerca del rol de los medios, de su poder como formadores de opinión y de su relación con el poder económico. En definitiva lo que se discute, afortunadamente, es la verdadera naturaleza del poder real, donde debe estar y cómo debe ser regulado.

Hoy, gracias a que se han instalado en la agenda pública estos temas que revisten de una importancia fundamental para interpretar lo que ocurre en una sociedad, se abre también la posibilidad (y la obligación) de hacer además una re-interpretación de hechos ocurridos anteriormente, que son determinantes para la actualidad y que a la vista de estos nuevos elementos de análisis pueden dejar de ser una temática tabú en el dialogo social.

Cuando a muchos se nos hacen cada vez mas claros los mecanismos con que los grupos mediáticos monopólicos pretenden imponer una realidad virtual en nuestro país, podemos empezar también a hablar acerca de cómo estos mismos mecanismos vienen teniendo una dinámica parecida pero a nivel mundial, siempre que se necesita disfrazar la verdad, imponer miedo y construir opiniones masivas para justificar accionares que en la mayoría de los casos violan la legalidad y los derechos humanos.

Un ejemploActualmente hay entre la mayoría de las personas que han estudiado a fondo el asunto, un profundo convencimiento de que el terrible derrumbe de las Torres Gemelas del 11/9/2001, hecho determinante para la humanidad en los años siguientes, fue producto de un auto-atentado perpetrado por elementos criminales pertenecientes a la administración Bush con el fin de justificar políticas expansionistas y de apropiación de recursos naturales por medio de la invasión militar. En nuestro país reside actualmente el documentalista y fotógrafo que trabajara en la zona donde estaban las Torres Gemelas (Ground Zero) Kurt Sonnenfeld en condición de “refugiado” luego de denunciar que lo que allí documentó “se contrapone a la versión oficial de lo sucedido el 11 de septiembre de 2001” y permite suponer que el gobierno de EEUU tenia pleno conocimiento de lo que iba a ocurrir en el World Trade Center.

Esta información no ha sido casi divulgada, por el contrario en EEUU se instaló una maquinaria mediática que instaló el terror y la mentira en una población de más de 250 millones de personas. Esta maquinaria mediática logró que la mayoría de la población avalara una invasión militar que a costado ya mas de un millón de vidas humanas y a su vez a “silenciado” a todas las voces que denunciaban las clarísimas evidencias de que todo se trataba de un nuevo montaje orientado al enriquecimiento de unos cuantos sectores de la economía norteamericana que favorecen al Partido Republicano. Es impensable que en este mundo moderno pueda instalarse una realidad y una guerra virtual, pero la realidad nos muestra que esto ha sucedido y sigue sucediendo.

Lo demás es conocido. Invasión militar a Afganistán e Irak. Y ocupación territorial con apropiación de recursos naturales que aun sigue vigente. Pero hay algunos datos que no han tenido tanta repercusión. Se sabe que Irak es una de las mayores fuentes de petróleo pero pocos saben que bajo el suelo de Afganistán se encuentran los oleoductos que permiten llevar fácilmente ese petróleo hasta China, uno de los más inmensos mercados de la Tierra (es esto lo que motivó la invasión y no buscar a Bin Laden escondido en alguna cueva de las montañas-¿?). También es interesante destacar que esos oleoductos fueron construidos por una gran empresa argentina y que esta información nunca fue tratada debidamente en ningún medio nacional ni internacional. Apenas algunos documentales como Zeitgeist, de Meter Joseph, que solo circulan por Internet presentan pruebas de lo que Bob Woogward (el periodista que denunció el escándalo Watergate) llama “la gran impostura”.

Esto es apenas un pequeño ejemplo. El Grupo Bilderberg, los contratos de reconstrucción tras el tsunami, el rol de la Reserva Federal norteamericana en la política mundial, la virtualidad del valor real del dólar son algunos de muchos temas históricamente silenciados y que son los que realmente explican la dinámica del funcionamiento mundial actual.

La reflexión que se nos propone hoy es la de comprender que el control social por medio de los monopolios de comunicación audio-visual ha sido siempre un eje fundamental para llevar a cabo la dominación y explotación de gran parte del planeta. No se trata de una práctica doméstica, es una ciencia desarrollada durante años con el objetivo de esclavizar las voluntades de los ciudadanos del mundo.

Tenemos ante nosotros una discusión de avanzada. Entender que el relato de la realidad es casi el porcentaje mas importante en como nosotros percibimos a la realidad toda y que por lo tanto ese porcentaje crucial a sido siempre objeto de máximo interés por parte de quienes siempre lo han utilizado para engañarnos y dominarnos.


 02 de junio de 2010 (DERF) 

La cara de la Mentira

Una visión psicológica sobre el procesamiento de Mauricio Macri • La pobreza discursiva, la escasez de palabras, la dificultad para armar oraciones.

Existe una rama de la Psicología (no muy difundida en Argentina) cuyo objeto de estudio es el lenguaje corporal y emocional de las personas. Un gran capítulo de esta disciplina que tiene como uno de sus máximos exponentes al psicólogo Paul Ekman es el análisis gestual, discursivo y emocional de quien está diciendo una mentira.
Si esta no fuera una disciplina tan poco difundida en nuestra sociedad (como si lo está por ejemplo el psicoanálisis) numerosas voces habrían surgido señalando las groseras evidencias de falta a la verdad que Mauricio Macri ofreció en su descargo-conferencia de prensa posterior al anuncio de su procesamiento.

En dicha conferencia el Jefe de Gobierno le apuntó al juez Norberto Oyarbide y caracterizó a su procesamiento como un ataque del kirchnerismo.

Ahora, existen algunas reglas bastante generales acerca de cómo las personas exteriorizan su enojo, frustración e indignación. El conocimiento de estas expresiones universales es producto de años de investigaciones por parte de científicos psico-sociales en diferentes poblaciones del mundo. Uno de estos patrones generales es que ante una falsa acusación, o en el caso extremo un injusto procesamiento, la víctima de tal injusticia debería experimentar un aumento de la emocionalidad, un corrimiento de algunos limites protocolares, un surgimiento de verdades que venzan la represión de lo cotidiano y que ya no puedan callar ante tanta injusticia y maldad. Incluso los estudiosos de la materia plantean que como mínimo deberíamos observar un aumento de la capacidad discursiva y de la espontaneidad en quien debe padecer tantos y tan malintencionados ataques.

Pues bien, esto no es lo que hemos visto en la “indignada” alocución de Macri.
Lejos de tener un discurso que pareciera el de una victima que habla desde el corazón, tanto sus palabras como las de su Jefe de Gabinete dieron muestras de atenerse a un discurso pre-armado, seguramente delineado en una mesa técnica del PRO. Ninguna verdad, ninguna emoción, solo atenerse al libreto. Es impensable para cualquier estudioso de la conducta humana el hecho de que una persona que dice la verdad defendiéndose de una difamante mentira pueda mantener su defensa pública exponiendo una cantidad (y calidad) de conceptos tan limitada. Lo esperable seria que a esa persona no le alcanzase el tiempo para decir la cantidad de cosas que le surgen de adentro, mas allá de los consejos de asesores y funcionarios. Sin embargo lo que surgió de adentro del Jefe de Gobierno fue apenas un “no tengo nada que ver”. Mínimo.

Gestos, miradas, tonos. Muchos detalles pueden ser potenciales delatores si son correctamente observados y si se poseen las herramientas de análisis. En este caso sobran ejemplos, el arqueo de las cejas hacia arriba y hacia fuera (señal de evitación), el impulso hacia atrás de la cabeza ante determinadas preguntas (huida), o la búsqueda de miradas y sonrisas cómplices entre sus seguidores intentando dar una falsa expresión de seguridad, que además sería impensable en una situación autentica.

Un párrafo aparte merece la pobreza discursiva, la escasez de palabras, la dificultad para armar oraciones, todas características comunes en el Jefe de Gobierno Porteño, pero que casualmente también son características muy comunes que suelen presentar ante la presión los mentirosos que no están acostumbrados a ser expuestos y a tener que dar explicaciones.

Es difícil analizar brevemente en un medio escrito los innumerables detalles que Macri mostró en su lenguaje facial, en los tonos de voz, en los tiempos de alocución, en la repetición de palabras y en las miradas evasivas que delatan que no está diciendo la verdad. En resumen, todo su lenguaje corporal y emocional delata que lo que dice no es cierto, que el discurso ni siquiera fue pensado por él. Solo se trata de intentar imponer a presión las consignas dictadas por sus asesores para salvar su imagen.

Más allá de las pruebas en su contra y de la solidez de la causa hay en la capacidad de oratoria y en la confección de discursos de los operadores PRO una muestra de falta de convicciones propias, una evocación permanente de los tópicos que las encuestas muestran como puntos vitales. Un discurso que defienda a un proyecto político debería estar basado en los ejes del mismo, ejes ideológicos. Ante la inexistencia de los mismos el discurso de estas personas intenta siempre subirse a la marea de opinión, utilizándola, manipulándola.

En una sociedad que tiene a lo audiovisual como principal fuente de conexión con el entorno surge como una gran necesidad para el receptor de los mensajes el saber leer mas allá de lo que escucha, poder ver en la cara de quien habla la cara de la sinceridad o la cara de la mentira.


Agustín Pasquale
Lic. En Psicología – U.B.A.
tribulando@hotmail.com
 20 de mayo de 2010 (2010) 

Mas que 200 años

Nuestro país cumplió doscientos años • Doscientos años es relativamente poco tiempo de vida para una nación si se compara con la larguisima historia de los países europeos o asiáticos. Pero nuestros jóvenes doscientos años no son solo eso. Llevamos impresa en nuestra historia a toda la historia de nuestro mundo. Porque la historia que vivimos en América Latina no está aislada de los procesos sociales que sacuden al mundo desde que existen en él opresores y oprimidos.

Tal vez la acumulación de tantos años de historia y luchas sociales volcados sobre nuestras jóvenes naciones latinoamericanas ha hecho que estos doscientos años conlleven una intensidad muy especial. Es un hecho que no podamos mirar hacia atrás y ver una meseta lineal, un permanecer en el tiempo, muy por el contrario, nuestra historia, nuestros doscientos años, son doscientos años de lucha.

Cada parte del mundo tiene una historia particular. La lucha de Viet-Nam contra eternas potencias invasoras, las luchas intestinas que desangran al continente africano. La nuestra es desde siempre una lucha por la independencia. Pero en estos jóvenes doscientos años, nuestra característica (al igual que en toda nuestra patria latinoamericana) ha sido la de tener que enfrentar no solo a fuerzas invasoras sino a poderes internos, sectores dominantes de nuestra sociedad que utilizando el poderío económico, el miedo, la represión y la promoción de la ignorancia han pujado siempre para impedir el desarrollo de nuestro país y de nuestra sociedad.

Nuestra historia es eso. Una larga lucha entre quienes buscan una sociedad igualitaria y quienes buscan mantener y profundizar una sociedad estratificada. Y no ha habido periodos de paz. La nuestra es una historia de genocidios, de encarcelamientos, de proscripciones, de levantamientos sociales. Quienes nos contamos entre los que deseamos una sociedad mas justa hemos padecido muchas derrotas, pero nunca hemos sido derrotados del todo. Porque no puede haber una coexistencia tranquila sobre el hambre y la exclusión de la gente. Porque la historia no puede transcurrir sin sobresaltos si gran parte de la población no puede acceder a las oportunidades y a los beneficios que otros si pueden.

Bien, la historia del mundo es esa. Unos pocos dominantes poseedores de la fuerza y de la tecnología que quieren mantener una situación de privilegio a costa de la pobreza y la explotación del resto del planeta. Esa misma dinámica se transcribe en nuestro continente y ha dado lugar a la eterna lucha por la emancipación latinoamericana. Estos doscientos años nos enseñaron que la sociedad más fácil de dominar por el imperialismo es la sociedad que no es equitativa porque son esos sectores minoritarios privilegiados los que para mantener sus privilegios hacen el trabajo sucio de oprimir a sus propios compatriotas.

En ese marco, este momento, el que nos toca vivir ahora, no es un momento cualquiera. Los intereses hegemónicos y los interese populares están hoy en una confrontación real con posibilidades inciertas. Estamos actualmente inmersos en una disputa mano a mano con los grandes intereses económicos que siempre han protagonizado las desgracias de nuestro pueblo.

Doscientos años no es nada en tiempos históricos, pero el hoy puede ser clave para el resto de nuestra vida. Este no es un momento histórico mas, es la suma de toda nuestra historia en un punto culminante. Lo que suceda de aquí en mas, de nosotros también depende.



Agustín Pasquale
Lic. En Psicología – U.B.A.
tribulando@hotmail.com
 26 de mayo de 2010 (DERF)