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Guardavidas del Mar y Psicólogo de la sociedad.

miércoles, 25 de agosto de 2010

Mas que 200 años

Nuestro país cumplió doscientos años • Doscientos años es relativamente poco tiempo de vida para una nación si se compara con la larguisima historia de los países europeos o asiáticos. Pero nuestros jóvenes doscientos años no son solo eso. Llevamos impresa en nuestra historia a toda la historia de nuestro mundo. Porque la historia que vivimos en América Latina no está aislada de los procesos sociales que sacuden al mundo desde que existen en él opresores y oprimidos.

Tal vez la acumulación de tantos años de historia y luchas sociales volcados sobre nuestras jóvenes naciones latinoamericanas ha hecho que estos doscientos años conlleven una intensidad muy especial. Es un hecho que no podamos mirar hacia atrás y ver una meseta lineal, un permanecer en el tiempo, muy por el contrario, nuestra historia, nuestros doscientos años, son doscientos años de lucha.

Cada parte del mundo tiene una historia particular. La lucha de Viet-Nam contra eternas potencias invasoras, las luchas intestinas que desangran al continente africano. La nuestra es desde siempre una lucha por la independencia. Pero en estos jóvenes doscientos años, nuestra característica (al igual que en toda nuestra patria latinoamericana) ha sido la de tener que enfrentar no solo a fuerzas invasoras sino a poderes internos, sectores dominantes de nuestra sociedad que utilizando el poderío económico, el miedo, la represión y la promoción de la ignorancia han pujado siempre para impedir el desarrollo de nuestro país y de nuestra sociedad.

Nuestra historia es eso. Una larga lucha entre quienes buscan una sociedad igualitaria y quienes buscan mantener y profundizar una sociedad estratificada. Y no ha habido periodos de paz. La nuestra es una historia de genocidios, de encarcelamientos, de proscripciones, de levantamientos sociales. Quienes nos contamos entre los que deseamos una sociedad mas justa hemos padecido muchas derrotas, pero nunca hemos sido derrotados del todo. Porque no puede haber una coexistencia tranquila sobre el hambre y la exclusión de la gente. Porque la historia no puede transcurrir sin sobresaltos si gran parte de la población no puede acceder a las oportunidades y a los beneficios que otros si pueden.

Bien, la historia del mundo es esa. Unos pocos dominantes poseedores de la fuerza y de la tecnología que quieren mantener una situación de privilegio a costa de la pobreza y la explotación del resto del planeta. Esa misma dinámica se transcribe en nuestro continente y ha dado lugar a la eterna lucha por la emancipación latinoamericana. Estos doscientos años nos enseñaron que la sociedad más fácil de dominar por el imperialismo es la sociedad que no es equitativa porque son esos sectores minoritarios privilegiados los que para mantener sus privilegios hacen el trabajo sucio de oprimir a sus propios compatriotas.

En ese marco, este momento, el que nos toca vivir ahora, no es un momento cualquiera. Los intereses hegemónicos y los interese populares están hoy en una confrontación real con posibilidades inciertas. Estamos actualmente inmersos en una disputa mano a mano con los grandes intereses económicos que siempre han protagonizado las desgracias de nuestro pueblo.

Doscientos años no es nada en tiempos históricos, pero el hoy puede ser clave para el resto de nuestra vida. Este no es un momento histórico mas, es la suma de toda nuestra historia en un punto culminante. Lo que suceda de aquí en mas, de nosotros también depende.



Agustín Pasquale
Lic. En Psicología – U.B.A.
tribulando@hotmail.com
 26 de mayo de 2010 (DERF)

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